sábado, 3 de febrero de 2007

CONTRA LA PENA DE MUERTE


Hace pocos días cientos de peruanos salieron a las calles para apoyar al Presidente de la República en su proyecto de dictar pena de muerte.

Quiero calificar a estas reacciones no como una actitud racional, sino como una reacción emocional. Me ha tocado vivir el terrorismo de muy cerca, viví en una de las llamadas "zonas rojas" en años donde el terrorismo estaba en su maximo apogeo. Sin embargo no estoy a favor de la pena de muerte, si bien, no perdí a ningún ser querido, aún siento el dolor como todos los peruanos por la pérdida de cientos de vidas. Pero esto no me hace partidaria de la pena de muerte porque va contra el principio que trata de proteger, va contra todo aquello que es inalienalble al ser humano que es el derecho a la vida. Los derechos humanos pertenecen a todas las personas sin importar su condición social, origen, credo, sexo, etnia, son aplicados a todas las personas con el fin de protegernos, ningún ser humano puede verse privado de ellos.

Tenemos un sistema de administración judicial frágil, hay en nuestras cárceles miles de presos que están condenados no precisamente por haber cometido algún delito, sino porque no tienen los recursos necesarios para contratar a un buen abogado o porque cayeron en manos de jueces que en el momento condenaban no al que posiblemente cometió el delito sino al delito en sí, o condenados a través de juicios sin garantias.

Agrego que por el aspecto del terrorismo, la aplicación del "remedio" seria peor que la enfermedad, la pena sería utilizada como justificación para más actos de violencia en represalia, propulsaría "mártires" (por ejemplo, el caso de Saddam Hussein) incrementando el número de partidarios de estos movimientos.

Sí, soy opositora de la pena de muerte pero eso no significa que minimice un delito grave, no menosprecio el dolor de los familiares de víctimas. Se dice que "solo los muy justos pueden condenar a muerte" y los seres humanos, por naturaleza, estamos lejos de ser descritos por esta frase, quitarle la vida a alguien significa negarle cualquier posibilidad a un futuro, negarle la vida a un preso significa negarle cualquier posibilidad de arrepentimiento y de ser reformado, negarle la vida a un preso cuya inocencia se prueba después de su muerte no permite la posibilidad de compensar al preso por los errores judiciales cometidos.

No defiendo a los que cometiendo un delito merecen ser castigados, simplemente hago apología a la vida y muestro mi preocupación ante la posiblidad de castigar de manera irreversible a un inocente. La pena de muerte busca crear un ambiente de moral y solo crea un ambiente de odio, incrementa la violencia y no remedia las causas del crimen. Por qué nosotros podríamos decidir por la vida de alguien (sea cual haya sido su delito, incluyendo el asesinato)?, porque nosotros sí somos justos?, acaso la existencia de casos de inocentes que fueron ejecutados por error no invalida los supuestos beneficios de la pena de muerte?

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