miércoles, 23 de mayo de 2007

Proteccion al gorila


A los gorilas les encanta pasar los días en casa con la familia. Viven en grupos muy unidos de entre cinco y 30 gorilas liderados por un patriarca, el gran macho dominante, conocido como gorila de espalda plateada por la mancha gris en forma de silla que desarrolla en la madurez.Incluso cuando pasean sin rumbo fijo, los gorilas no se atreven a alejarse mucho y normalmente permanecen dentro de un espacio de aproximadamente 15 millas cuadradas (38,84 kilómetros cuadrados) buscando los brotes y las bayas de los que se alimentan.


El único enemigo natural de los gorilas es el ser humano y sus acciones están empujando al gorila al borde de la extinción. Los conflictos, la caza furtiva y la tala de árboles está desterrando a los gorilas de sus tierras además de amenazar su supervivencia.Aunque tan sólo se diferencian levemente en el tamaño y el color, existen actualmente tres subespecies de gorilas: el gorila de las tierras bajas orientales, el gorila de las tierras bajas occidentales y el gorila de montaña. Todas ellas habitan en las montañas y en las selvas de África central y oriental.La tala comercial de árboles y el aumento de la agricultura en estas zonas están reduciendo los bosques donde habitan estos grandes simios. Sin la protección del denso follaje, resulta más fácil para los cazadores atrapar y sacrificar a este animal y los gorilas son más susceptibles a la caza furtiva.


Aunque en muchas ocasiones se les ha descrito como seres violentos y peligrosos, los gorilas son criaturas realmente gentiles e inteligentes. Las escenas de agresividad se producen cuando la unidad familiar, y sobre todo las crías, está en peligro. El macho de espalda plateada se pondrá en pie, se golpeará el pecho y enseñará los dientes. Por desgracia, estas mismas acciones que les sirven para protegerse también convierten a los gorilas en presas fáciles para los cazadores furtivos.Los disturbios de la región de los Grandes Lagos de África han demostrado ser fatales tanto para los gorilas como para los humanos. Durante los conflictos violentos de Rwanda en la década de los noventa masas de personas tuvieron que abandonar sus hogares y buscaron refugio en El Parque Nacional de Virunga. Los refugiados se vieron obligados a recoger leña del bosque nacional y también mataron gorilas en su propia lucha por la supervivencia.La población del gorila de montaña se resintió enormemente bien por la matanza de cuatro espaldas plateadas, bien por la de otros miembros del grupo.


El parque nacional fue saqueado y tanto el equipamiento como la infraestructura quedaron destrozados. Aunque los refugiados abandonaron el lugar en 1996, los vestigios del conflicto y la presencia de grupos armados en la zona han limitado los esfuerzos de conservación.Incluso antes de los trágicos sucesos de Rwanda, el número de gorilas ya era muy bajo. Para el momento en el que los intentos de conservación se tomaron en serio, en los años 70, algunas poblaciones de gorilas habían quedado reducidas a menos de 300 ejemplares.


Hoy por hoy es difícil calcular el número de gorilas sacrificados, porque los cazadores furtivos a menudo masacran y se comen a los gorilas en el lugar de la carnicería, sin dejar rastro alguno.El proyecto de Diane Fossey Gorila de Montaña (Mountain Gorilla Project) llevó a Rwanda un turismo atraído por los gorilas y concienció a los locales sobre los beneficios económicos de proteger a los primates. El programa, centrado en la protección de los parques, el desarrollo turístico y la educación para la conservación, resultó tener tanto éxito que el turismo atraído por el gorila se convirtió en la tercera fuente de ingresos en moneda extranjera en Rwanda. La caza furtiva disminuyó y el número de gorilas comenzó a recuperarse.Sin embargo, aunque el turismo atraído por el gorila ha despertado una conciencia sobre la difícil situación de estos grandes simios, también hay inconvenientes. Los gorilas son susceptibles a enfermedades humanas como la sarna, el sarampión y los parásitos intestinales y a medida que pasan más tiempo en proximidad de los humanos, aumenta el riesgo de contraer una enfermedad.El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA *) puso en marcha el Proyecto para la Supervivencia de los Grandes Simios (GRASP *), una alianza de organizaciones dedicadas a la conservación y la investigación, para ayudar a los gobiernos, a los departamentos de flora y fauna, a los académicos, a las organizaciones no gubernamentales (ONG) y a las agencias de las Naciones Unidas a trabajar en conjunto para parar el descenso de las poblaciones de grandes simios.Como parte del esfuerzo global para proteger el planeta y los animales que lo habitan, el PNUMA administra uno de los acuerdos de conservación más importantes del mundo, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES).


La carne de gorila, también conocida como bushmeat (en inglés, carne de animal salvaje), con la que se comercia en el país, no es competencia de la CITES pero se considera una práctica ilegal. Un grupo de trabajo está investigando el comercio de bushmeat, tanto a escala nacional como internacional, con la esperanza de encontrar una solución adecuada para todas las partes involucradas.Hasta la fecha, hay 160 gobiernos que se han comprometido a cumplir las disposiciones de la Convención, que ofrece distintos tipos de protección a más de 35.000 especies de animales y plantas. Desde que el acuerdo entrara en vigor en 1975, no ha habido una sola especie protegida por la CITES que se haya extinguido

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