PELEA DE PERROS: Cuando hacemos del sufrimiento un espectáculo

Cualquier perro puede morder si es criado con este fin. Pero algunas razas se consideran más agresivas que otros. Así pues, los perros más utilizados en estos combates sangrientos son los pitbulls, resultantes de un cruce entre dos grupos, los molosses (como el Mastin, el Boxer, el Bull Terrier) y los terrier. La Sociedad canina no reconoce este cruce central. En algunos países, se hace combatir otras razas como los Bulldogs, el Mastín de Nápoles, el Pastor alemán y también de las razas menos imponentes como el Cocker, el Fox-terrier o también el Schnauzer.

Anteriormente se utilizaba al bulldog inglés en los combates contra los toros. Un perro no es inevitablemente agresivo de naturaleza. La crianza para este fin juega con la agresividad, la resistencia y la combatividad del perro; es pues más ventajoso condicionarlo lo más pronto más posible.

Los llamados "perros de combate" son aislados desde cachorro, así pues los únicos contactos que tendrán serán pues humanos (o más bien deberían emplear la palabra inhumanos?!!!). Una relación de fuerza se establece por lo tanto entre el amo y el animal; éste último es golpeado cuando "no responde a las exigencias de su de tortura", o cuando no es bastante agresivo. El objetivo es mantener la tendencia a morder del perro y su combatividad, que es la facultad de responder a un estímulo negativo por un impulso de lucha.

Por último, la selección genética y los cruces peligrosos conducen así mismo a la producción de perros cada vez más agresivos. Una selección se hace también después del nacimiento y se elimina rápidamente a los cachorros sometidos. Las orejas de los perros se cortan con cuchillo, sin ningún tipo de anestesia y en condiciones insalubres. Los perros vierten su agresividad sobre presas que se les habrán obtenido: otros perros, gatos, conejos, ratas...

Las descargas eléctricas son también utilizadas. Todo ser puede xperimentar dolor y resulta en exceso ingenuo o hipócrita creer que los perros de combates son menos sensibles que otros. Los combates tienen lugar en pequeñas cajas sórdidas sin dejar opción al perro de poder escaparde los combates que pueden duran hasta dos horas. Se considera que el combate ha terminado cuando empiezan las primeras hemorragias causadas por las heridas o con la muerte de uno de los perros. En el primer caso, las aperturas son cosidas in situ y obviamente sin anestesia. La mayoría de los perros mueren de hemorragia - consecuencia de sus heridas- de tensión, cansancio, de deshidratación e incluso de infecciones en los días que siguen al combate.

Además de constituir un asesinato voluntario, los combates de perros son un verdadero comercio sucio: tráfico y venta de cachorros, encajonamiento de los gastos de admisión a los combates - que reúnen a veces hasta cientos de espectadores sanguinarios en éxtasis. Sucede incluso que niños asisten a estos espectáculos violentos y que chocan, apuestas con sumas elevadísimas, ocultaciones de coches, circulación la droga y armas de fuego...